Para ir a Perú cogí un avión que hacía escala en Nueva York, en total todo el viaje hasta Lima era de 16 horas. Se hace un poco pesado porque cuando ya llevas muchas horas hasta Nueva York, luego coge otro avión para llegar a Lima (Perú). Para que no se me cargaran las piernas las estuve todo el rato moviendo y dándome paseos por el avión porque si no lo haces la sangre no te circula bien.
Llegamos a Lima después de todo el viaje y estaba mi amiga esperándonos para irnos a su casa y descansar porque el jet lag se nota muchísimo ya que son 8 horas menos que en España.
Estuvimos en Lima 2 dias conociendola: Plaza de Armas, Barranco (Barrio bohemio), playa de Chorrillos, Catedral,etc y también la noche en Perú que es muy diferente que la de España pero merece la pena.
Al tercer día cogimos un avión mi prima y yo hasta Cusco que es el centro neurálgico para recorrer el valle sagrado de los Incas y coger el tren que te lleva hasta el Machupichu.
Te impresiona mucho el avión porque estas subiendo desde Lima y luego no desciende para coger pista si no que te quedas a esa altura, por eso dicen lo del mal de altura ,porque cuando bajas del avión parece que estas flotando y todo te da vueltas. Cuesta adaptarse, porque es una sensación muy rara, te recomiendan andar despacio para que tu cuerpo se aclimate.
Cuando llegamos a Cusco nos estaba esperando una mujer de una agencia que miramos en Lima, no llevábamos nada preparado, todo era en el día a día. Nos reservo en un hotel y nos cogió billetes para al otro día recorrer el valle sagrado de los Incas y al otro día subir a Machupichu.
Cusco es una ciudad impresionante, en el que la plaza ves que ahi riqueza y sin embargo en otros puntos ves mucha pobreza, como que las casas están echas con adobe, son cosas que te sorprenden muchisimo. Es una ciudad con bastantes cuestas y nosotros que estamos acostumbrados a andar deprisa, allí es al revés, tienes que ir despacio, te cuesta mucho y luego lo pagas como me paso a mi, sentí el mal de altura, mi cuerpo no podía mas y me pedía descansar. Nos tuvimos que ir al hotel y echarnos unas horas para recuperar, te tomas un mate de coca y luego ya tu cuerpo esta adaptado. Ahi que hacer caso a lo que te dicen pero ves todo tan bonito que quieres verlo ya, como la casa de Garcilaso de la Vega, las calles tan peculiares,etc. Pronto te tienes que ir a la cama porque al otro día madrugas mucho para iniciar el recorrido por el valle sagrado de los Incas.
Ese recorrido junto con la subida al Machupichu lo relataré en la siguiente entrada.
¡¡Que chuli!!, debe ser muy diferente todo aquello, espero impaciente la subida al Machupichu.
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